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Mi nombre, Idoia Estala

Os cuento como y porqué he llegado hasta aqui

Tengo que deciros que yo estoy aqui , gracias a una “bendita lumbalgia”.

Hace unos 30 años trabajaba como representante para una importante marca de calderas de calefacción en Gipuzkoa y Navarra, viajaba mucho y  no me iba mal, pero era un ambiente un poco hostil.

En mi tiempo libre frecuentaba una casa de salud Higienista en Cantabria a la que acudí en un principio como cliente y con la que al cabo de un tiempo empecé a colaborar.

Allí encontré un entorno de escucha y respeto que me hizo sentir respetada y muy valorada.

Contacté por primera vez con la meditación, el taichí, las dinámicas de Gestalt, el eneagrama, y en fin, una serie de experiencias que me ayudaron, a crecer como persona, a conocer me y a quererme. A tomar distancia y respirar antes de reaccionar.  

Pero en fin, volvamos a mi ”bendita lumbalgia”.

Un domingo por la noche, después de volver de “la casa” a mi apartamento en Donostia, leía el periódico y mi atención recayó sobre un anuncio, “curso de formación de masajista” Que interesante, pensé, me encantaría saber dar masajes y seguro que sería útil en “la casa”.

Pero luego me dije, no puede ser, nunca se muy bien donde voy a estar al día siguiente. Seguro que, si me apunto, no iré a la mitad de las clases y perderé mi tiempo y el dinero.

Me fui a dormir y a la mañana siguiente me desperté con un tremendo dolor de espalda con el que a durísimas penas pude levantarme y llegar a la cocina a desayunar, en este estado no podía ir a trabajar, me resultaba imposible erguirme.

Entonces me acorde del anuncio que había visto la noche anterior y pensé, si enseñan a dar masajes, tal vez los den también. Así que llame, rogando por una cita lo antes posible, por favor.

Me recibieron aquella misma tarde, a las siete, creo recordar. Era una sala grande con mucha luz natural, una camilla en una esquina, el resto diáfano con un pequeño tatami al otro lado de la sala, cojines y mantas.  Cuando me tumbé en la camilla, primero boca abajo, empecé a sentir como de rígida estaba mi espalda y como iba cediendo a las presiones del masajista, me invadió el miedo, la pena de mi cuerpo tan dolorido y un sinfín de emociones que acabaron desbordándose en un llanto inconsolable que no podía parar. El, creo que un poco sorprendido, me cubrió con una manta y salió de la sala, luego, cuando me había tranquilizado un poco, vino y amablemente me invito a levantarme a caminar hacia el tatami y tumbarme allí.

Me ayudo a respirar, a estirar mis piernas, mis brazos, toda mi columna, descubrí que existían movimientos insospechados que mi cuerpo era capaz de hacer y salí de allí andando erguida y sin casi dolor. Milagro me dije, esto, quiero aprender a hacerlo yo. Y me apunte a mi primera formación de Masaje e introducción a la Diafreoterapia.

Aproveche el curso, por supuesto, y lo disfrute también.  Al año siguiente me apunte a la formación en Diafreoterapia de Linda y Malen (las creadoras del método) se hacía entonces en Madrid.

 El segundo año antes de acabar el tercero de Diafreo, empecé la formación de terapeuta Gestalt en Bilbao.

Así poco a poco con las alas que había aprendido a desplegar con la Diafreo, el apoyo de mi amiga Isabel, que me animo a poner en práctica lo aprendido en su casa, y luego cuando la casa cerró me invito a formar parte de un grupo de terapeutas con los que abrimos un centro en Bilbao. Fui haciendo camino.

Hasta el día de hoy que estoy aquí, presentándome ante vosotras, con mi aprendizaje, que se traduce en una forma personal de trabajar en la que utilizo múltiples herramientas para acompañar a las personas a entender las señales que su cuerpo envía y a integrar la emoción que se esconde tras él.

A conocer lo que vuestro corazón quiere en realidad y a saber que está en las manos de cada una de vosotras, el hacerlo realidad. Esta evolución os dará la perspectiva que necesitáis para relacionaros con vuestra realidad con más alegría, claridad y equilibrio.

¿Cuál va a ser vuestro “bendito………”, que os servirá de puerta para emprender el maravilloso camino de vuelta a casa? (vuestro cuerpo)