Tras dos años de pandemia, en los que se suspendieron muchas actividades, me ofrecieron asistir a una clase gratuita del Taller de Osakabi, a fin de conocer el método.
En noviembre acudí a una sesión donde me encontré con un grupo reducido de mujeres (el número me parece importante) lo que garantiza que la atención sea más personalizada.
En el taller se trabaja con ejercicios muy variados orientados tanto a realizar estiramientos, como a «desbloquear» músculos que se encuentran contracturados como consecuencia de malas prácticas y «vicios posturales» que todos tenemos en nuestra vida diaria. También se trabajan ejercicios de relajación y concienciación de nuestro propio cuerpo.
Idoia me parece una buena profesional, que procura siempre llegar, de forma individualizada a cada alumna, tanto a nivel físico como emocional.
Recomiendo el taller a todo el mundo, al margen de la edad y forma física que se tenga.
Mirelur